En estos meses el gobierno nacional argentino viene queriendo forzar la creación de un supuestamente imprescindible fondo del bicentenario, que permitiría que tengamos un año de crecimiento utilizando las reservas del Banco Central. Esta semana estamos siendo obligados a escuchar a la presidenta y al ministro de economía argentinos decir que no hay otras alternativas económicas y que nadie ofrece una propuesta superadora desde la oposición. El ministro de Economía, Amado Boudou (parece el nombre de un brujero haitiano), dijo hoy que lo que se está discutiendo es “si vamos a llevar adelante políticas nuevas que nos permitan seguir creciendo o si vamos a repetir las recetas del fracaso”. Queriendo hacernos creer que “con el fondo del bicentenario aseguramos el pago de la deuda”. Este reducido tema ha ocupado el debate político del caliente inicio de año y parece ser de un tema de vida o muerte para gobierno. Patrañas! Como dicen en Brasil, el agujero es más abajo.
En verdad, si el país no estuviese endeudado hasta dentro de 25 años por el resultado de las maquiavélicas políticas económicas implementadas de las últimas décadas, nada o poco de esto estaría en la picota.
Que un ministro de economía latinoamericano se muestre de acuerdo con las políticas del Fondo Monetario Internacional no resulta raro, lamentablemente siempre ha sido de esa manera y por ello así estamos. Lo que resulta sorprendente es como desde los partidos que no gobiernan no se aborda el tema de la deuda ni se cuestiona que exista un nuevo ¨canje¨ de la deuda externa, ahora previsto para marzo. No se oye ni por asomo una voz más o menos alta que habla de lo más evidente sobre dinero público, economía estatal, banca y todo lo que tiene que ver con las finanzas públicas. Todos los partidos con representación en el congreso no mueven un pelo por el tema, evitando expresar lo que todos saben y esconden, mirando para otro lado como gato que volteó la olla: la ominosa deuda externa, esa cruz interminable que cargan los paises periféricos como el nuestro, es el fraude más escandaloso de la historia de la humanidad. Por eso subimos la foto de la fachada del edificio que centralizó el inicio de todos nuestros males actuales.
Sobre este tema -disculpen el torpe introito- habla la película La mayor estafa al pueblo argentino dirigida por Martín Musiak y publicada en internet, que nos llegó por el favor de un amigo. Veánla, recomiéndenla, copienlá, muestreselá a sus amigos, alumnos, vecinos, hijos, padres, novias, pues naturalmente no será divulgada por ningún medio de comunicación masivo, ya que es algo que ningún político de estos que nos gobiernan o quieren gobernarnos les va a hablar. Sin más verso: pasen, cliquen y vean.
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