Quien lo vió jugar a Narciso Horácio Doval o conoce la historia de este gran ídolo de San Lorenzo, Flamengo y Fluminense, podrá revivir sus grandes momentos. Quien no lo conoció o no tuvo el privilegio de verlo en la cancha va a poder conocer la carrera de este crack argentino que se consagró en Rio de Janeiro, convirtiéndose en un típico carioca y también en un símbolo sexual que entró para la historia del barrio de Ipanema.
Doval debutó en San Lorenzo de Almagro, en aquella famosa delantera de “Los Carasucias” que revolucionó el futbol argentino: "Loco" Doval, "Nano" Areán, "Manco" Casa, "Bambino" Veira y "Oveja" Telch. El apodo vino porque eran muy talentosos pero algo indisciplinados y rebeldes. Dice la leyenda que el Papa Francisco se hizo fanático de San Lorenzo por admirar el futbol de Doval, su contemporáneo.
Siendo un gran puntero derecho, consiguió la hazaña de consagrarse en el país de los punteros derechos: Brasil. Allí jugó en el Flamengo y en el Fluminense, ambos de Rio de Janeiro. En un década Doval se convirtió en el jugador no brasileño que más goles ha convertido en el Flamengo, fue nombrado ciudadano ilustre de Rio y se hizo carioca.
Nunca olvidando su país, volvió a Argentina para jugar unos pocos partidos en Huracán y también estuvo en Estados Unidos jugando en los Cleveland Cobras y en los New York United, de la incipiente liga de futbol norteamericana.
“El Loco” Doval era irreverente en la vida y aguerrido en el campo, dos cualidades que lo destacaron para siempre. La película pretende encontrar y entrevistar a sus colegas Zico, Rivelino, Zagalo, Hector “Bambino” Veira, Roberto “Oveja” Telch, Rodolfo “Lobo” Fischer, Carlos Alberto Torres, Joel Santana, Junior, Miguel Brindisi, César Menotti, Carlos Bilardo, Nunes, Wanderley Luxemburgo, Paulo Cesar Cajú, entre muchos otros que fueron testigos de su vida y obra.
Narciso Horácio Doval es por lejos el argentino más querido en la historia brasileña. Consiguió el raro logro de ser amado por los fanáticos rivales de Flamengo y de Fluminense, además de ser admirado por todas las hinchadas de Rio de Janeiro. Asimismo, en Argentina fue querido por hinchas de los clásicos rivales San Lorenzo y Huracán.
Además de ser un excelente jugador, Doval se tornó famoso por su pasión por Rio de Janeiro y sus playas y también era perseguido por el público femenino, que no resistía a sus ojos azules y a su salvaje cabellera rubia. Por su simpatía e irreverencia era llamado de “Loco” ya en sus primeros años en Argentina.
Fue el primer jugador en tierras brasileñas en festejar los goles bien cerca del foso del Maracaná, junto al pueblo. En Brasil formó junto a Zico y a Geraldo el “Trio infernal” en el Flamengo. Junto a Rivelino, Gil y Paulo Cesar Cajú formó la “Máquina tricolor”. En compañía de sus amigos artistas Paulo Sérgio Valle y Marcos Valle formó el famoso “Trío colirio”, que era objeto de deseo femenino en la playa de Ipanema.
Estas razones justifican este homenaje en forma de filme, pero además es importante para la cultura de Argentina y Brasil, que personajes queridos fuera de campo y al mismo deportistas ejemplares como Doval no caigan en el olvido y sean preservados en nuestra memoria.
Doval, el “Gringo”, el “Loco”, “Diablo rubio”, el argentino que aprendió a amar a Brasil como nadie, se fue del mapa un 12 de octubre en su Buenos Aires natal. Ese día es el “día del niño” en Brasil y también se celebra el día de la santa patrona del país. Bella coincidencia, Doval entró a la eternidad en un día en que el pueblo está feliz y en paz. Merece mucho esta película.
