
La Habana, con las tardías lluvias de mayo, lavó sus calles y refrescó el aire. Abrimos el mes de junio casi sin darnos cuenta.
Hacía más de un mes que no llovia en la capital cubana. Dicen que no hay mal que dure cien años ni cuerda que no se corte.
Se espera, nos aseguró una fuente muy bien informada, que el gobierno en los próximos días cambie las leyes y elimine el tristemente célebre ¨permiso de salida¨, la autorizacion del estado para que un ciudadano pueda viajar fuera de Cuba. Esta escandalosa traba burocrática ha sido un obstáculo marcante para mucho viajeros o emigrantes cubanos, pues muchas veces allí acaba cayéndose la realización de un sueño, la participación en un evento o un simple viaje de placer.
El malestar y la imcomprensión frente a la absurda medida, que visa el control de una de las libertades más genuinas del individuo, la de salir y entrar libremente a su pais, han sido notorios específicamente en la juventud isleña. Los jóvenes vienen percibiendo ciertos cambios positivos en los hábitos de consumo, ven como ha mejorado el sistema de transporte, entre otros cambios, pero aún ven como absurda la imposibilidad de viajar a otro país sin mayores percances, visitar a un familiar o aprovechar una beca o posibilidad de trabajo.
Se estima en breve esta barrera sea destruida, dando continuidad a la agenda de desburocratización que viene implementando el gobierno de Raúl Castro. Aguardemos.